The Boys 3: más violento, gore y genial
Una de las mejores series de Amazon Prime Video sigue sorprendiendo. La tercera temporada de la irreverente The Boys dirige sus mordaces críticas a la política y la cultura estadounidenses, a la vez que nos ofrece gran entretenimiento, no apto para espectadores sensibles.

Por Analia Caballero
Luego de las dos primeras temporadas de la serie “The Boys”, cabía preguntarse si una tercera podría superar lo gore e incorrectísimo visto hasta ahora. Y tras los primeros episodios de la tercera entrega, ya disponibles en Amazon Prime Video, la respuesta es sí, ¡y cómo!
Basada en la novela gráfica de Garth Ennis y Darick Robertson, esta adaptación televisiva a cargo de Eric Kripke se caracteriza por no tener límites, ni visuales ni narrativos, a la hora de escandalizar retratando con sarcasmo lo peor de la sociedad y sobre todo el corporativismo de Estados Unidos.
Ahora podemos intuir más claramente en la megalomanía de Homelander (Anthony Starr) y su autoconvencimiento de que no tiene que pedir perdón -algo tan en boga hoy para las figuras públicas- por sus aberrantes errores, una referencia clara a Donald Trump. El psicópata líder de los 7 descubre que siendo "fiel a sí mismo" (es decir amoral, violento, autoritario, misógino y más) logra la empatía de una gran parte de la población, esa que no adhiere al progresismo ni la corrección política. ¿Les suena?

The Boys 3: medidas desesperadas (y violentas)
Han pasado algunos meses desde la sangrienta batalla en que resultó vencida Stormfront, la despiadada Súper que ocultaba su verdadera identidad: una anciana nazi que empatizó e intimó -por supuesto- con Homelander.
El escándalo que causó aquella revelación ahora tiene pendiendo de un hilo los nervios del líder de estos cuestionables héroes, que deberá pedir disculpas una y otra vez en los medios de comunicación y convencer a la opinión pública de que en realidad es un progresista con conciencia social.
Para colmo, en la compañía Vought (creadora y dueña de todos los "supes") esta caída en la credibilidad pública de su héroe estrella es una pesadilla de marketing. Y empoderar a la angelical Starlight para minar la omnipotencia de Homelander será una movida que despertará (aún más) la furia del hombre más letal del mundo.

¿Y en qué andan Los Muchachos? William Butcher (Karl Urban) protege y mantiene oculto al hijo de su ex esposa (asesinada) y Homelander, algo que mantiene a tope la tensión entre ambos. Pero el grupo había quedado desmembrado: Hughie (Jack Quaid) quiso intentar dar la batalla "diplomática", infiltrándose en el poco útil organismo que supuestamente controla a los superhéroes, mientras prueba convivir con su novia Starlight, con toda su torpeza e inseguridades de "humano común".
Mother’s Milk (Laz Alonso) ya había abandonado a Butcher para proteger a lo que queda de su familia; y tanto Frenchi como la traumatizada Kimiko no muestran muchas ganas de seguir arriesgando sus vidas todos los días.
Pero... las cosas se complican. El descubrimiento de una presunta arma que podría liquidar a Homelander, y la frustración de Hughie al descubrir que su actual jefa es una terrible asesina, reunirá de nuevo al equipo, resignado a una realidad: la guerra contra el demente Súper no se va a ganar sin violencia, y mucha.
El pasado y el presente se unen en The Boys

Y hay más: viajaremos al pasado y conoceremos a otra generación de Sevens que eran tanto o más oscuros que los actuales. La incorporación de Jensen Ackles como el caído en desgracia Soldier Boy (una némesis corrupta de Capitán América) le suma a la trama nuevos datos.
Como líneas secundarias, se ve a los patéticos Deep (protagonista de otra escena indescriptible) y A-Train intentar no ser tan inútiles, mientras siguen padeciendo el sadismo de Homelander. Por otro lado, el CEO de Vought demuestra ser más oscuro de lo que pensábamos, mientras la única más o menos coherente de ese grupo parece ser nuevamente Queen Maeve. La arrepentida Súper le dará a Butcher una herramienta peligrosa que puede cambiar todo.
En el medio, hay escenas terriblemente escatológicas que divierten al paladar negro del espectador. Resulta inimaginable ver algunas de estas locuras en, por ejemplo, el cine o la tevé de aire. Parodias a los superhéroes de Marvel y DC, a la corrección de Disney, a los reality shows de talento y todo lo relacionado a lo que Estados Unidos consume y exporta culturalmente. The Boys está de regreso y es imperdible.