Massa tilda los pendientes antes del viaje a Estados Unidos
El ministro de Economía tiene por delante 10 días para consolidar el cierre interno y del programa económico para llegar con el programa ordenado a la gira que hará por los centros de poder económico

Por Gabriela Granata
El ministro de Economía, Sergio Massa, dio un paso central al confirmar el nombramiento de Gabriel Rubinstein como su secretario de Programación Económica. Se trata de un cargo clave que marcará la orientación de la cartera de cara a los desafíos de un año de fuerte exigencia, en los números y en la política interna del Frente de Todos.
Es la segunda victoria política que puede atribuirse el funcionario, luego de haber nombrado a Flavia Royón en la Secretaría de Energía, el centro del dolor interno en el Frente de Todos, por la tensión que se generó desde allí con el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, por la implementación del esquema de quita de subsidios. Guzmán se fue sin haber movido a uno solo de los funcionarios con los que disputaba.
Massa parece haber apelado a la cronoterapia para conseguir sus objetivos. Le falta un escalón más de nombramientos: la formalización de Lisandro Cleri como vicepresidente del Banco Central. Por ahora, la autoridad monetaria sigue teniendo las mismas autoridades que cuando estaba Guzmán.
Én la semana que queda, el ministro de Economía tiene como tema central para discutir la ingeniería financiera para que el campo liquide los dólares que necesita el BCRA para recuperar oxígeno. Este lunes habrá un encuentro de los técnicos para apurar el acuerdo, tal como anticipa BAE Negocios.
Con la caja de herramientas un poco mejor ordenada, el funcionario emprenderá el viaje para llegar a Estados Unidos en los primeros días de septiembre, como anticipó el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, durante su disertación en el Consejo de las Américas.
Javier Timerman, socio de AdCap y uno de los que mejor conoce el mundo financiero estadounidense y a la vez, la política local, consideró que la visita de Massa será central para que se pueda consolidar el apoyo de organismos multilaterales "que son los principales prestamistas para países como Argentina".
"Massa está reconstruyendo la relación con los organismos multilaterales que Guzmán había dejado rota. La desconfianza con Guzmán y su equipo la escuchó también Silvina Batakis cuando fue a Washington (como ministra). Desde Buenos Aires, Massa tuvo muy buena dinámica con los encargados del caso argentino en el FMI y es bueno que esa comunicación pase a presencial", le dijo a BAE Negocios Timerman.
La opción de los créditos de organismos internacionales habían sido una de las premisas que había señalado el ahora ministro de Economía en su primera conferencia luego de asumir.
Marcó también el horizonte de sostener las metas del acuerdo con el FMI, la reocomposición de ingresos y el acuerdo con el campo para el ingreso de divisas. En la chek list, los últimos dos casilleros aún están sin completar.
La agenda de Massa en Washington, Nueva York y Houston
En la parada en Wall Street, el ministro prevé hablar con bonistas de la Argentina, muy interesados en escuchar de primera mano cómo Massa viene enlazando las medidas anunciadas con los resultados para bajar el déficit fiscal y promover la recuperación de las reservas.
También se entrevistará con bancos de inversión y, como explicó en el Consejo de las Américas, avanzará en las negociaciones por los Repo, que son préstamos al país con garantía colateral, con la intención de recomprar deuda y fortalecer las reservas.
El 6 de septiembre se estima que será la fecha de la reunión clave con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, para dar tónica a la nueva gestión que permita cumplir con las metas del acuerdo, de cara a la segunda revisión.
La agenda incluye una reunión con Juan González, asesor de Joe Biden para América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional, encuentros con funcionarios del Tesoro y una escala en Houston, para analizar proyectos en ejecución y oportunidades de inversión en Vaca Muerta con representantes de las principales compañías petroleras estadounidenses, como Exxon y Chevron.