Precios Justos, un intento válido
Aunque contribuya a desacelerar el incremento de precios, este plan no debe tomarse como un instrumento estrictamente antiinflacionario porque no contiene los principales precios relativos
Mediante endeudamiento, fuga, devaluaciones abruptas y dolarización de la energía, el gobierno de Cambiemos restableció un régimen de elevada inflación en la Argentina. Transitar hacia los niveles del incremento sostenido de precios anteriores, no es sencillo ni puede lograse en el corto plazo.
Mucho menos, en un escenario de alta inflación y crisis mundial, guerra y desacoplamiento estratégico de bloques en disputa. En esta coyuntura, se lanzó “Precios Justos”, un acuerdo voluntario entre Estado, empresas de consumo masivo, cámaras mayoristas y supermercados. El mismo establece que más de 1500 productos (entre alimentos, bebidas, lácteos, higiene y limpieza) se mantendrán con precios fijos durante los próximos 4 meses.
El resto de los que no se incluyan en el acuerdo y sean de las empresas firmantes, podrán aumentar hasta un 4% por mes en este período, un rango menor al de este año, considerando que el incremento mensual mínimo de la canasta básica de este año fue de 5,2% y el máximo de 8,6%.
De acuerdo a fuentes oficiales, los productos representan más de un 80% del consumo masivo. Para ponderar su importancia, es necesario tener en cuenta que la Canasta Básica Alimentaria representa casi el 45% de la Canasta Básica Total, por lo que lograr morigerar el incremento de precios de la primera es relevante, sobre todo, para la mitad de la población que menos ingresos recibe.
Aunque contribuya a desacelerar el incremento de precios, este plan no debe tomarse como un instrumento estrictamente antiinflacionario porque no contiene los principales precios relativos.
"El tesoro de los inocentes"
El último año, el incremento de precios se debió -fundamentalmente- a la suba de las ganancias, en desmedro del salario, de los grandes grupos oligopólicos, muchos de ellos de la industria alimenticia. Entre otras razones por ésta, quizá no sean precios “justos”, pero el acuerdo es, al fin y al cabo, un intento válido que deberá aprovecharse al máximo en el período de su duración.
El análisis integral podrá realizarse luego de finalizado el programa, cuando se constate el grado de su efectividad, que estará relacionada con la actitud del empresariado involucrado, el rol del Estado y de los sectores populares.
Respecto a lo que ocurrirá con los precios el día 121, la historia no está escrita y durante estos cuatro meses puede trabajarse para que, con las limitaciones expuestas, el plan pueda extenderse o dejar condiciones más favorables para el resto de 2023.
(*) Economista UBA-Universidad Nacional de Avellaneda (Undav)
@Pablo_Ferrari77