El plan de estabilización del Gobierno: entre las dudas y los riesgos
En el arranque de la segunda jornada del Seminario Nacional de Presupuesto, los economistas Emmanuel Álvarez Agis y Marina Dal Poggeto plantearon los desafíos de un plan de estabilización para frenar la suba inflacionaria
Mientras en el Gobierno se discute la posibilidad de un plan de estabilización para frenar la suba de la inflación, los economistas Emmanuel Álvarez Agis y Marina Dal Poggeto analizaron las posibilidades de éxito de una política de este tipo, principalmente de cara a las elecciones del próximo año y las herramientas de las que dispone la actual gestión. Ambos cuestionaron los "alocados" precios relativos de bienes versus salarios, y plantearon la necesidad de que ese plan contemple la mayor cantidad de herramientas posibles.
Durante la segunda jornada del Seminario Nacional de Presupuesto, Agis comenzó su exposición valorizando el hecho de "se está generando cierto consenso entre la profesión, y poco a poco en la política, sobre la necesidad de un plan de estabilización". En este sentido, explicó que los planes de estabilización "son una de las cosas más complicadas en materia de programas económicos", debido a que "las políticas clásicas (monetaria, fiscal y cambiaria) no alcanzan" y son necesarios "tres ejes extra".
El primero es el "marketing" del plan, es decir, su presentación. El segundo eje es la desindexación, "que es lo que está pasando mientras se intenta desinflar la economía". Mientras que el tercero es el referido a los precios relativos, una cuestión "difícil de aprehender".
Sobre este último punto hizo especial énfasis, y brindó un ejemplo para clarificar la cuestión: "El precio promedio de un par de zapatillas en CABA es de $50.000 y un alquiler de un monoambiente es un barrio caro vale $100.000 por mes. El precio relativo es que un alquiler vale dos pares de zapatilla. En Nueva York, un par de zapatillas valen USD 100 y el alquiler de un monoambiente vale USD 1.000, diez veces más".

"Al ser un precio relativo, uno puede estar discutiendo si las zapatillas están caras o el alquiler es muy barato, el resultado: están caras las zapatillas, está barato el alquiler y el salario está baratísimo. Un asalario privado de Argentina que gana 160.000 pesos"; complementó el exviceministro de Economía, y remató: "Si la queremos hacer peor no se puede, esta es la peor de las combinaciones".
Por este motivo, remarcó la necesidad de "arreglar los precios relativos antes de un plan de estabilización, no después". En este contexto, planteó una de las discusiones que deben darse dentro de los precios relativos, el dólar. "Todavía se discute si en un plan de estabilización como paso previo hay que hacer una corrección cambiaria como en 2014, pero la mitad de la brecha ahora no es 23%, como en aquel entonces", comentó el jefe de la consulta PXQ.
Sobre esta línea, afirmó que "la única manera de que el Gobierno tenga una chance electoral es una baja drástica de la inflación". Para que eso suceda, "se tienen que usar todas las herramientas, no solo las que te gustan". De hecho, se lamentó que actualmente "haya ciertas herramientas de la política económicas a las que se le han incorporado contenido ideológico".
Qué pasaría con un plan de estabilización errado
Por su parte, Dal Poggeto advirtió sobre la posibilidad de que un plan de estabilización errado con el nivel de inflación actual, "pueda llevar a un nivel de nominalidad mucho más perverso al que tenemos hoy", y consideró que las medidas de la gestión de Sergio Massa guardan similitudes con el fallido Plan Primavera de Raúl Alfonsín, debido a que ambos son "electorales, no de estabilización".
Asimismo, coincidió en el diagnóstico de Ágis sobre los "alocados" precios relativos que hay en Argentina, y consideró que la brecha cambiaria actualmente "es el peor problema que tiene el país". Esto es consecuencia de que "faltan reservas en el Banco Central, y sobran pesos en la economía".
En lo que se refiere a la cuestión inflacionaria, la licenciada en Economía afirmó que "no hay forma de bajar la inflación y lograr la sostenibilidad fiscal, dada la indexación del gasto", una diferencia sustancial respecto a la gestión alfonsinista. "Si hoy bajas la inflación, la recaudación tributaria baja", explicó.
Sobre este tema, agregó: "La caída del gasto que vimos en el gobierno de Mauricio Macri, vemos en 2022 y seguramente el próximo año también veamos sea por la adecuación del gasto público a la dinámica inflacionaria".

Otra coincidencia que mantuvo con Agis fue la necesidad un plan de estabilización que contemple la mayor cantidad de herramientas posibles, sin distinciones partidarias: "Es casi inverosímil pensar en un cierre fiscal sin subir las retenciones", enfatizó.
Asimismo, nombró otras "medidas heterodoxas" que se requieren, como son el "acuerdo de salarios", o el control de capitales, aunque en este último caso, remarcó que "se tendrían que ir desarmando todos esos engendros de impuestos, como el Impuesto PAIS".
De todas maneras, destacó una "herencia positiva" de la gestión de Alberto Fernández, la inversión: "Cuando uno ve el crecimiento por lado de la demanda, el componente que más creció fue la inversión. A nivel mensual, está en números récord, 22% del producto".