FMI: los vencimientos del primer trimestre jaquean las reservas
Argentina deberá pagarle al Fondo USD6.020 millones entre enero y marzo, mientras que deberá mostrar una acumulación de USD500 millones en las reservas del BCRA.

Por Agustín Maza
Argentina realizó este lunes su segundo pago del 2023 al FMI, esta vez por USD651 millones. Ese montó está muy por encima del ritmo de compras hormigas que consiguió el BCRA en la última quincena y que le permitieron sumar apenas USD284 millones en lo que va del año. Peor aún: resta otro pago por USD685 millones sobre el final del mes. El mayor desafío del Gobierno será pasar un verano que comenzó con tensiones en el mercado de cambios reflejadas en el dólar blue, menor ingreso de divisas y una mayor demanda estacional.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) detalló que los pagos al Fondo durante el tercer trimestre suman USD6.020 millones: USD2.638 millones en enero, USD691 millones en febrero y USD2.691 millones en marzo, cuando se espera que la aprobación de las metas del acuerdo para el último trimestre de 2022 permita un nuevo desembolso por un monto similar a los pagos acumulados en los primeros tres meses.
En ese periodo el BCRA debe acumular reservas por USD500 millones sobre los USD5.000 millones de finales de 2022 para aprobar lo que será la cuarta revisión del organismo. El programa marca que la autoridad deberá juntar USD4.800 millones este año, que suman un objetivo bianual de USD9.800 millones, pero deberá hacerlo con compromisos con el Fondo que superan los USD20.200 millones en 2023, tal como consignó OPC, y con un saldo negativo de USD3.400 millones según estimó la consultora Equilibra.
Los vencimientos a pagar al FMI, organismo multilaterales y bonistas privados le corren al arco al equipo económico del Gobierno. Vale destacar el contexto de sequía, menor liquidación del agro por el incentivo a adelantar que generó el dólar soja, la típica dolarización de carteras en años electorales, entre otros factores, también le jugarán en contra a los objetivos que persiguen los funcionarios del Palacio de Hacienda. Desde el BCRA consideran que durante enero y febrero deberán vender en torno a USD1.000 millones al mes.
En el Ministerio de Economía saben que de la disponibilidad de dólares dependen, entre otras cosas, la calma en los mercados, la actividad económica y la inflación. En ese marco, las empresas y analistas esperan que la variable de ajuste continúe siendo las importaciones con su respectivo impacto en los niveles de producción. La apuesta oficial es que la ampliación del swap chino, algún tipo de acuerdo similar con Brasil, mayores desembolsos por parte de organismos internacionales y menores importaciones de energía a partir de la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner permitan cierto alivio durante el año electoral.
De todos modos, el ministro de Economía, Sergio Massa, volvió a poner sobre la mesa este fin de semana el costo que implicó la guerra en Ucrania para las cuentas del país y achacó al FMI que "no está cumpliendo con Argentina" respecto a analizar una posible compensación para el hemisferio sur. Los cálculos realizados por los funcionarios del equipo económico reflejan que el conflicto bélico en el este de Europa tuvo un costo de casi USD5.000 millones en la balanza comercial y de $590.000 millones en subsidios fundamentalmente por el salto en el precio de los combustibles.
Pero los técnicos del organismo no coinciden del todo con la factura que les mostró Massa en noviembre durante la cumbre del G20 en Bali. Será un tema de conversación cuando se sienten ambas partes a partir de febrero.