La expectativa inflacionaria se consolidó por debajo del 100%
Los analistas volvieron a moderar sus proyecciones para el cierre del año y todo indica que el 2022 cerrará en las dos cifras, lo que igual alcanzará para batir el récord histórico posterior a la hiperinflación. No ven como posible que se desacelere al 4% o 3% a principios de año. También mejoraron las expectativas para la actividad económica
Los bancos y las consultoras de la city continuaron bajando su expectativa sobre la dinámica de los precios. Ya se consolidó la lectura de que el año terminará con un IPC intereanual de dos cifras, por debajo del 100% que se temía en la previa. Aunque en niveles históricamente altísimos, la inflación estuvo moviéndose algo menos que lo esperado en los últimos meses y noviembre no será la excepción. Por eso, los analistas moderaron sus proyecciones, aunque niegan la posibilidad de llegar a desacelerar hasta un 3% o un 4% en los primeros meses del 2023 y señalan que en mayo el piso será de 5,7%. Además, también mejoraron las expectativas para la actividad económica y el 2022 terminará bien por arriba de lo imaginado.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) correspondiente a noviembre que publicó el BCRA vino con algunas novedades que, aunque no permiten demasiadas celebraciones, sí implicaron una buena noticia. Así como en su momento fue relevante en términos noticiosos que la proyección de la city reflejada por la encuesta mensual del Central superara el 100%, también debe serlo que perfore ese mismo registro en la dirección contraria.
El IPC de septiembre sorprendió inicialmente con un alza de 6,2%, uno de los registros más altos en la historia del indicador publicado por el Indec, pero bastante por debajo del 6,8% que se proyectaba. Luego octubre marcó un 6,3%, también por debajo del 6,5% que esperaban los analistas. Para noviembre ahora proyectan un 6% (en el Gobierno prevén una cifra algunos decimales por debajo), lo que también implicó una mejora respecto del 6,3% que habían señalado un mes atrás.
Por eso la inflación interanual de diciembre estará por debajo del 100% (en concreto, las expectativas la ubicaron por encima de ese nivel en septiembre). Según el REM, de hecho, terminará el año en 98,9%, lo que de todas formas significará el nivel inflacionario más alto desde 1991, a la salida de la hiperinflación, año exacto en el que el 1 a 1 y la caja de conversión, que le ponía límites a la emisión monetaria, se convirtieron en ley y la promesa de ajuste y el tipo de cambio quieto lograron frenar la inercia. En ese marco, el IPC cerró ese año en un ritmo de 84% y más adelante se acercó a 0%, e incluso hubo deflación.
La otra novedad positiva apareció por el lado de la actividad económica: el promedio de los 39 participantes de la encuesta realizada en forma mensual por el BCRA proyectaron un mayor crecimiento económico durante el 2022. De hecho, la dinámica del PBI estará por encima de lo esperado por el Gobierno, tanto según lo expresado en el Presupuesto 2023, en donde se señaló un 4% de alza promedio anual, como en las declaraciones posteriores del presidente Alberto Fernández, que estimó que estaría más cerca del 5%.
Según los consultados por el REM, el crecimiento del año será de 5,3%, lo que supera también al efecto de arrastre estadístico que dejó el EMAE en 2021. Eso implica que el año terminará, además de con una mejora entre los promedios comparados, con un incremento punta contra punta. Es decir, no será solo una mejora estadística sino que también el año habrá finalizado con niveles de producción más altos.
Eso sí: para el 2023 la expectativa apunta a un virtual estancamiento. Según el promedio de las respuestas del REM, la mejora será de apenas 0,4%, lo que implica un crecimiento por debajo de la velocidad a la que aumenta la población.