Los trabajares registrados volvieron a quedar por detrás de la inflación
La pérdida contra la inflación es de 0,9 puntos porcentuales. En peor situación están los trabajadores informales, en un escenario donde la mayor cantidad de puestos creados durante el 2022 fueron precarios.
Entre enero y noviembre del año pasado, el índice de salarios del sector registrado tuvo un incremento del 84,4%. Para la nomenclatura el Indec, esta categoría incluye tanto a los trabajadores y trabajadoras privadas como al sector público. Según este resultado, la pérdida del poder adquisitivo equivale a 0,9 puntos porcentuales, teniendo en cuenta que la inflación acumulada en los primeros 11 meses del año pasado había sido del 85,3%. En la variación mensual, el índice registró un incremento del 6,8%, donde la delantera la llevaron los trabajadores privados en detrimento del sector público. Otra historia ocurre con los trabajadores no asalariados, que en 11 meses pierden casi 5 puntos porcentuales en su poder adquisitivo.
Al desagregar el resultado general de los trabajadores registrados privados, la variación mensual del índice salarial se ubicó en el 7,3%, con un alza acumulado del 85,4%. Con este resultado, estarían empatados contra la inflación. En peor situación quedan los trabajadores del sector público, que en noviembre registraron un incremento salarial del 5,7%, y acumulan un alza del 82,6%. Por ende, quedaron 2,7 puntos porcentuales por debajo de la inflación.
La pérdida del poder adquisitivo de los salarios fue parte central del debate de política económica durante 2022 y lo será durante este año electoral. Para el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el Gobierno debía haber encarado una política de suma fija para elevar el bajo piso salarial y empujar a una recuperación del poder adquisitivo. Para llevarlo a los niveles de 2015, el CEPA sugirió que se necesitaba una suma fija de 40.000 pesos.
El año pasado, el desempleó descendió al 7,1%. Pero esa es una parte de la película, ya que la mayor cantidad de puestos laborales generados fueron precarios. Este dato es confirmado por cada uno de los informes que publica el Indec de manera periódica. Por ejemplo, según el último trabajo sobre distribución de la riqueza, se informó que la creación de puestos de trabajo registrados había crecido, al tercer trimestre del año pasado, un 3,5%, mientras que los no registrados lo habían hecho en un 13%.
Hacia el interior de cada sector económico, la foto de la desigualdad es mayor. Por ejemplo, en el sector agropecuario, la riqueza generada quedó en un 63,4% en manos del capital y un 22,7% en manos de los trabajadores. Hacia el interior de la industria manufacturera, la distribución quedó en un 52% para el capital y un 30% del lado de los trabajadores. Según el Laboratorio de Economía Nacional e Internacional denominado Cefma, “en 2020 los trabajadores industriales participaban con el 40%”. Es decir que en dos años perdieron 10 puntos en la captación de la riqueza generada por el esfuerzo de su propio trabajo.
Para el cierre del año la situación no luce mucho mejor, ya que el Ministerio de Trabajo publicó la variación salarial de diciembre para los trabajadores registrados. En el último mes del año, el RIPTE se movió un 5,4% frente a una inflación del 5,1% pero no alcanzó para ganarle a la pérdida del poder adquisitivo. De esta manera, los ingresos del sector registrado presentaron un descenso real del 2,8% en el año y se ubicaron un 2,1% por debajo de los niveles de diciembre de 2019.