¿Falta de dinero? Elon Musk debe meses de alquiler de las oficinas de Twitter
Elon Musk, que hasta hace unos meses era el hombre más rico del mundo, adeuda los pagos de noviembre y diciembre en algunas oficinas de Twitter en Estados Unidos, entre las que se encuentra la sede central
Desde que compró Twitter, Elon Musk no tuvo más que dolores de cabeza. No solo porque su constante exposición en redes sociales dilapidó su imagen de genio y visionario, sino porque también su fortuna padeció las consecuencias: dejó de ser el hombre más rico del mundo y se convirtió en la primera persona en perder más de 200.000 millones de dólares.
Es en este contexto que se conoció que dejó de pagar el alquiler de varias de sus oficinas con el objetivo de recortar gastos. Por ejemplo, Twitter debe exactamente USD 136.260 por el alquiler de un edificio ubicado en la avenida California Street al 650.
El propietario del edificio, ubicado en San Francisco, demandó a Musk por impagos en el alquiler y, según la empresa propietaria del inmueble, el también dueño de Tesla debe todavía lo correspondiente a noviembre.

Las oficinas centrales padecen una situación parecida. La sede de la compañía está ubicada en otra dirección de San Francisco, Market Street 1355, donde Twitter también se atrasó en el pago del alquiler, según The New York Times. A su vez, el mismo medio informó que la compañía acumula deudas en sus oficinas en Seattle.
Dejar de pagar los alquileres no es la única medida que el multimillonario tomó para recortar gastos. De pasar a contar con una plantilla de 7.500 empleados al momento de la adquisición por parte de Musk, se estima que solo queda un 25%. El resto fue despedido o renunció.

En muchos casos, los recortes que Musk implementó apuntaron a los sectores de seguridad e higiene, con varios reportes de trabajadores que se quejaron por la suciedad actual de los baños y la escasez de papel higiénico.
Tratando de justificar estos recortes masivos, el pasado 21 de diciembre, Musk describió a Twitter como "un avión cayendo en picada a toda velocidad, con los motores prendidos fuego y unos controles de mando que no funcionan".