Bill Gates quiere dejar la lista de multimillonarios del mundo
Bill Gates donará 20.000 millones de dólares. Junto a su exmujer, son los donantes más grandes del mundo, por encima de su amigo Warren Buffett. El magnate quiere tener un impacto inmediato en vez de una fundación duradera
Bill Gates ya es conocido por su enorme fortuna que amasó gracias a Microsoft y grandes emprendimientos. Sin embargo, uno de los grandes objetivos de su vida es ir en la dirección contraria: desaparecer de la lista de los más millonarios del mundo. Así lo contó en una entrevista reciente, donde anunció una donación de 20.000 millones de dólares a la fundación Bill & Melinda Gates, que codirige junto a su exesposa.
Este enorme regalo convierte a la expareja en los donantes más grandes del mundo, con alrededor de 55.000 millones de dólares obsequiados a lo largo de su vida, superando así a su amigo Warren Buffett, que acumula donaciones por USD 48.000 millones
La idea del magnate y filántropo es que su fundación aumente sus gastos un 50%, con un desembolso que llegará hasta los 9.000 millones de dólares para 2026. Eso es más que el gasto en ayuda de todos menos cinco o más países, según las matemáticas de Gates. “Esto va a sobrealimentar o acelerar, cargar, turbocargar básicamente todo el trabajo que hacemos”, dice el cofundador de Microsoft, durante una entrevista con Forbes.
Detrás de la donación gigantesca hay, sin embargo, algo más. El obsequio es una declaración de once dígitos sobre la necesidad de que los más ricos desplieguen su filantropía de manera más agresiva, en lugar de dejar que se acumule para que generaciones de administradores puedan regatear durante siglos bajo su nombre. "Es como si estuvieran tratando de maximizar cuánto tiempo puede existir su fundación", dice Gates, "en lugar de preguntarse si hay algunas cosas de alto impacto que puedan hacer ahora".
Bill Gates no quiere ser multimillonario
La intención de donar la mayor parte de su fortuna se inspiró en Chuck Feeney —alguna vez dentro de la lista de los Forbes 400—, que donó más de 8.000 millones de dólares hasta quedarse cerca de la quiebra. Sin embargo, Gates quiere llevarlo más allá: su idea es salir de la lista de Forbes mientras está vivo.
Con su donación cayó al quinto puesto, con un patrimonio neto de 102.000 millones de dólares. Y quiere seguir cayendo. "Me sacaré de la parte más visible de la lista con solo, digamos, dos regalos más de esta magnitud", dijo Gates. “Salir completamente de la lista me llevará un tiempo, pero mi dirección de viaje es clara”, agregó.
¿Por qué no donar todo ahora? Primero quiere ver cómo la fundación maneja ese gasto, aclaró. “No estoy fijando los 9.000 millones de dólares como tope. Sabré mucho más sobre los activos y cómo se comportan entre ahora y ese entonces”, explicó.
En este sentido, Gates tiene un as bajo la manga: su amigo Warren Buffett. El famoso financista tiene donaciones por 48.000 millones de dólares, de los cuales 35.700 millones se destinaron a la Fundación Gates. Las instrucciones para cuando muera —tiene 91 años— es que en los 10 años posteriores a su fallecimiento se destine todo el dinero que marcó para la fundación, es decir, alrededor de 20.000 millones de dólares.
Aunque un informe sugirió que en realidad la fortuna de Buffett iría a la Fundación Susan Thompson Buffett, fundada por su difunta esposa, con un gran enfoque en el derecho al aborto, Gates lo descartó: “No tengo motivos para pensar que eso cambiará. Sé que le envié este anuncio hace unos días y está muy entusiasmado con él”.
El divorcio no se cruza con la generosidad
En otra parte de la entrevista, Gates explicó que la donación se concretó después de una reunión con su exesposa Melinda French Gates, en donde acordaron los detalles sin rencores ni problemas. "Siempre me sorprendió lo mucho que Melinda y yo estamos de acuerdo con las cosas de la fundación. Y tenemos algunas cosas en las que ella sabe mejor que yo, y simplemente nos apoyamos mutuamente", celebró el multimillonario.
En este sentido, pronosticó que "pueden administrar la fundación juntos para siempre", porque "incluso durante los tiempos difíciles del divorcio" pudieron "trabajar de manera constructiva en la fundación".

“Ella puede hablar por sí misma, pero todo lo que veo dice, 'Oye, somos la gran sociedad que maneja la fundación, siempre lo hemos sido'”, contó Gates. El magnate se divorció de Melinda en 2020, pero se mantuvieron al frente de la fundación que lleva su nombre, responsable de impulsar el Fondo Mundial, Gavi, la Alianza para las Vacunas y la búsqueda para terminar con la poliomielitis, la malaria y otras enfermedades.
Lo que está en juego va mucho más allá, por ejemplo, de la división entre Jeff Bezos y MacKenzie Scott, una clara ruptura financiera que ha llevado a Scott a convertirse, posiblemente, en la filántropa más influyente de esta década.
Por eso, las reglas están claras: si bien Melinda French Gates sigue siendo copresidenta de la Fundación Gates, dedica cada vez más tiempo a Pivotal Ventures, la empresa que fundó en 2015 para acelerar el progreso social. Si cualquiera de las dos se niega a continuar con el statu quo, Bill Gates financiará sus actividades filantrópicas por separado, aclaró.