Gobierno español avanza con impuesto extraordinario a energéticas y bancos
El tributo sobre ingresos y comisiones no podrá trasladarse a los usuarios y consumidores, expresa el proyecto de ley presentado hoy en el Congreso
El gobierno español presentó en el Congreso de los Diputados un proyecto de ley que dispone un impuesto temporal sobre los ingresos de las empresas del sector energético y los intereses de los bancos españoles, con el objetivo de recaudar unos 7.000 millones de euros (7.090 millones de dólares) en 2023 y 2024, dijo el portavoz del Partido Socialista en el legislativo.
Los impuestos, que son parte de un paquete de medidas para ayudar a la ciudadanía a hacer frente a la creciente inflación, incluyen un gravamen del 1,2% sobre la facturación de las empresas energéticas españolas y un cargo del 4,8% sobre los márgenes de intereses -la diferencia entre los ingresos y los costes financieros- y las comisiones netas, según el texto de la propuesta.
"No hay justicia social si no hay justicia fiscal", dijo el portavoz socialista Patxi López, quien añadió que es el deber de un "Gobierno progresista" repartir los costos y las consecuencias de la crisis de forma "justa y equitativa", informa la agencia Reuters.
El impuesto sólo se aplicará a las empresas energéticas que facturen al menos 1.000 millones de euros, mientras que el umbral para los bancos será de 800 millones de euros, según la propuesta legislativa.
Supervisión
El proyecto de ley prohíbe expresamente que bancos y energéticas trasladen estos costos al consumidor final bajo el riesgo de infracciones consideradas "muy graves", señala elEconomista.es
El organismo encargado de supervisar que los precios no se trasladen a los clientes será la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y, en el caso del sector financiero, contará también con el apoyo técnico del Banco de España. En concreto, la norma fija una sanción en caso de infracción equivalente al 150% del importe trasladado al cliente.
A principios de este mes, el Gobierno español dijo que aplicaría impuestos temporales a los bancos que reportarían 3.000 millones de euros a las arcas públicas, mientras que se espera que el impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas recaude 4.000 millones de euros.