El 6 de enero de 2021 el Capitolio de Estados Unidos fue asediado por manifestantes pro-Donald Trump que se oponían a la asunción de Joe Biden como presidente. El evento, jamás visto en la historia, disparó todo tipo de polémicas, medidas y críticas de todas partes del mundo, y el país todavía no se recuperó del cimbronazo social que eso generó. La Justicia todavía trabaja en encontrar las causas y los culpables de la violencia, y, aunque Trump buscó siempre despegarse, hoy esa misión encontró un obstáculo gigante. Cassidy Hutchinson, la principal asistente del exjefe de Gabinete de la Casa Blanca Mark Meadows, testificó hoy ante el comité de la Cámara Baja que su equipo estaba al tanto de la posibilidad de hechos de violencia como los que sucedieron, y no solo no hicieron nada para detenerlo, sino que lo fomentaron.

Trump ya intentó despegarse de la joven de 26 años, y aseguró que "apenas conoce" a Hutchinson. Sin embargo, la ex empleada de Meadows previamente testificó ante el comité durante al menos 20 horas y detalló su tiempo en reuniones clave en la Casa Blanca mientras Trump y sus aliados intentaban anular los resultados de las elecciones.

¿Por qué habla, con el peligro que eso representa? Según reportó CNN, Hutchinson tuvo una pelea con Meadows en 2021, después de ser su asistente personal y estar "todo el tiempo" con un "acceso muy cercano a Meadows". Los reportes indican que Hutchinson iría a Mar-a-Lago, la residencia personal de Trump, como personal permanente, pero eso al final no sucedió, hecho que motivó la pelea. 

“Cuando ella solicitó ir con otros miembros de mi equipo a Florida después de haber cumplido un mandato completo en el cargo, personalmente rechacé su solicitud”, dijo Trump en Truth Social durante el testimonio en vivo de Hutchinson. Trump intentó presentar el testimonio de Hutchinson el martes como una venganza, alegando que ella estaba "muy molesta y enojada porque no la quería" en su residencia de Palm Beach.

Las confesiones de Hutchinson

La experiencia de Hutchinson de trabajar en estrecha colaboración con Meadows permitirá que el comité obtenga más información sobre los esfuerzos del exjefe de Gabinete para anular la elección y conocer lo que sucedió el día en que se invadió el Capitolio. La joven fue testigo presencial de varios episodios clave previos al 6 de enero, además de presenciar algunas de las reacciones en tiempo real de Trump ese día.

Durante las entrevistas realizadas por el comité, Hutchinson testificó que varios miembros republicanos del Congreso, entre los que estaban los representantes Matt Gaetz, Andy Biggs, Scott Perry y Louie Gohmert, solicitaron indultos preventivos después del 6 de enero

Por si eso fuera poco, también testificó que Meadows fue directamente advertido antes de la insurrección de la posible violencia. Sin embargo, Meadows se niega a hablar con el comité de la Cámara, ya que es cada vez más consciente del riesgo de seguridad que representa hablar allí. De hecho, antes de hablar con el Congreso Hutchinson reemplazó a su abogado, que tenía estrechos vínculos con Trump, informó CNN.

Cassidy Hutchinson estuvo presente en decenas de hechos polémicos en relación al asalto al Capitolio

Según el relato de Hutchinson, el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, le aseguró unos días antes del 6 de enero que esa fecha iba a ser “grande”, mientras que su jefe, Meadows, le confesó que las cosas podían ir “muy, muy mal” en esa jornada. El mismo 6 de enero, Trump pronunció un discurso desde los alrededores de la Casa Blanca ante sus seguidores, a los que animó a que marcharan hacia el Capitolio, en medio de sus denuncias infundadas de fraude electoral.

De acuerdo con la versión de Hutchinson, el expresidente fue alertado ahí mismo de que varias de las personas que querían asistir a presenciar su discurso portaban armas de fuego, a lo que él respondió: “No vinieron aquí a hacerme daño a mí”. Así, enojado porque no había tantos asistentes como él deseaba, Trump ordenó a los servicios de seguridad que dejasen entrar a todos los presentes, sin importar si llevaban armas.

Hutchinson testificó a puerta cerrada en febrero, marzo y mayo y reveló que vio a Meadows quemar documentos en su oficina después de reunirse con un congresista republicano implicado en el complot para anular las elecciones.

Trump, contra las cuerdas

Trump buscó restarle importancia al testimonio de Hutchinson, a quien describió como "malas noticias" el martes a pesar de afirmar que apenas la conocía. Las declaraciones no lo favorecen: el comité mostró representaciones del ala oeste para demostrar lo cerca que estaba de la Oficina Oval cuando la joven era asistente de Meadows. Además, múltiples exasistentes de la Casa Blanca también avalaron públicamente la proximidad de Hutchinson con Trump y su jefe de gabinete antes y durante su aparición el martes.

“Cualquiera que minimice el papel de Cassidy Hutchinson o su acceso al ala oeste no entiende cómo funcionó la Casa Blanca de Trump o está tratando de desacreditarla porque tiene miedo de lo condenatorio que es este testimonio”, dijo la ex adjunta de prensa de la Casa Blanca, Sarah Matthews, en Twitter.

Donald Trump habría intentado ir al Capitolio el día de los incidentes

En respuesta a esto, un exasistente de la Casa Blanca dijo: "Todos los altos cargos de la Casa Blanca la conocían. Y aunque Trump no supiera su nombre, ciertamente la reconoció. Viajó en Air Force 1 con Mark en cada viaje". Además, este exasistente dijo que si bien el testimonio del martes fue una locura, también es 100 % creíble dado lo que esta persona sabía después de trabajar en la Casa Blanca.

El episodio más sorprendente para algunos asesores hasta ahora es el incidente de "La Bestia", en el que supuestamente Trump trató de abalanzarse sobre el volante de la limusina presidencial para poder llevarlo al Capitolio el 6 de enero.  “Soy el maldito presidente, llévame al Capitolio ahora”, dijo Trump, según Hutchinson, quien dijo que otro funcionario de la Casa Blanca le contó la historia.