La CGT sin escalas, de la cena con el Presidente a la posible fractura
El encuentro con el Jefe de Estado en Olivos de la mesa chica de Azopardo, detonó malestares latentes en su conducción. Pablo Moyano podría dejar la central

Por Luis Autalan
La continuidad de Pablo Moyano como triunviro de la CGT está más que en duda. Y es el debate que lo tiene como protagonista central junto a los sectores que le responden. Si bien la cuestión a esta hora no se definió como ruptura, el malestar con sus pares de la central está a punto límite.
Los desencuentros que en la CGT para esta etapa se iniciaron en el mismo congreso de Parque Norte donde asumió el actual triunvirato se detonan por estas horas con un portazo del camionero. Colmó al referente del Frente Sindical (Fresimona) que lo hayan dejado al margen de la cena que la mesa chica de Azopardo compartió con el Presidente Alberto Fernández y funcionarios de la Casa Rosada la noche del lunes en Olivos.
Como antecedentes cercanos tiene su aval expreso al gremio del Neumático, con críticas al Gobierno por los 5 meses de conflicto, la nunca realizada marcha o manifestación para condenar el atentado a la Vicepresidenta Cristina Fernández y la marcha del 17A, donde Moyano mostró su perfil propio en la recorrida y la conferencia posterior que se realizó en la sede del gremio judicial.
Se traza con claridad por la reticencia a las sumas fijas que sostiene el sector dialoguista de la CGT e incluso a los amagos de retiradas de los sindicatos alineados con el gastronómico Luis Barrionuevo y otras organizaciones gremiales peronistas antikirchneristas que lo apuntan.

Enemigos íntimos
En la dirigencia del movimiento obrero y allá de matices Pablo Moyano y el Fresimona no están solos, la Corriente Federal (CFT) y la UOM que lidera Abel Furlán están en línea con mucho de lo que pregona el hasta hoy triunviro, lo hacen saber, lo sostienen y lo debaten a cielo abierto.
La certeza también es que sólo con ambos bloques no hay mayoría en la CGT y en este caso el poroteo tampoco es una cuestión menor.
“Nos une el espanto” fue la síntesis que utilizó el dirigente de Energía Carlos Minucci a la hora de semblantear los pasos que se dieron para la asunción de la conducción Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano. Aquella reflexión incluso le regresó en reproches poco amables de los dialoguistas.
Cuando hace semanas BAE Negocios publicó el malestar de varios dirigentes con Moyano, que incluyen enemigos íntimos de Camioneros por cuestiones diversas e históricas, y asomaba una fractura con la retirada de un número considerable de gremios, un comentario los invitó a tener paciencia. “Se van a terminar yendo ellos”, les dijeron para detener la pelota.
Esa cuestión llegó a los oídos de Moyano e incrementó su malestar, el cual tuvo picos en la era cambiemos cuando dejó la secretaría gremial y se alejó de Azopardo mientras esa conducción tenía protocolar relación con el gobierno de Mauricio Macri.
A velocidad considerable esta tarde habrá un encuentro de Moyano y sus aliados para definir si esta nueva crisis es un “no va más” o toma otro formato más leve.