El riesgo de demencia puede aumentar por ciertos alimentos: ¿Cuáles son?
Con un nuevo estudio se pudo detectar que la ingesta de ciertos alimentos deteriora la vida de las personas y hasta podría traer dificultades en el cerebro
Un nuevo estudio sobre la salud de las personas y como los alimentos juegan un rol esencial en la misma, mostró que la ingesta de alimentos ultraprocesados de forma excesiva, puede aumentar el riesgo de deterioro cognitivo.
Ahora bien, esto no significa que no se pueda ingerir este tipo de comidas, sino que se debe comer en bajo porcentaje, ya que si esta supera el 20% de la ingesta diaria de calorías de las personas, podría traer varias dificultades de salud.
Alimentos que aumentan el riesgo de demencia
Estos alimentos son: pizza congelada y las preparaciones precocinadas, nos facilitan la vida como las salchichas, hamburguesas, papas fritas, refrescos, galletas, pasteles, dulces, donas y helado.
La cantidad del 20% de ingesta, equivaldría a unas 400 calorías en una dieta de 2.000 calorías al día. Para tener una mayor magnitud de lo que esto significa, una orden de papas fritas pequeñas y una hamburguesa con queso normal de una tienda de comida rápida contiene un total de 530 calorías.
¿Qué es lo que sucede? Los expertos pudieron observar que la parte del cerebro que se involucra en el funcionamiento ejecutivo, capacidad de procesar información y tomar decisiones, resulta directamente afectada. El estudio fue publicado en la revista académica JAMA Neurology.
Estudio sobre el efecto de la comida chatarra
El estudio demostró que los hombres y mujeres que comían la mayor cantidad de alimentos ultraprocesados presentaban una tasa de deterioro de la función ejecutiva un 25% más rápida y en lo que respecta a la tasa de deterioro cognitivo general es del 28% de aceleramiento en relación con las personas que ingerían menos cantidad de alimentos excesivamente procesados.

El Dr. David Katz, especialista en medicina preventiva y de estilo de vida y en nutrición, quien no participó en el estudio, pero lo leyó luego de finalizado, mencionó: "Aunque se trata de un estudio de asociación, no diseñado para demostrar la relación causa-efecto, hay una serie de elementos que refuerzan la idea de que cierta aceleración del deterioro cognitivo puede atribuirse a los alimentos ultraprocesados".
"El tamaño de la muestra es considerable, y el seguimiento, amplio. Aunque carece de pruebas, es lo bastante sólido como para concluir que los alimentos ultraprocesados probablemente son malos para el cerebro".
A pesar de altos porcentajes por comer comida chatarra, se pudo observar que estos valores comenzaban a disminuir si la persona comía muchas frutas y verduras sin procesar, cereales integrales y fuentes saludables de proteínas. De esta forma, la asociación entre los alimentos ultraprocesados y el deterioro cognitivo desaparece.
Alimentos ultraprocesados y los efectos en la salud
Katz habló sobre la comida chatarra y dijo: "Los alimentos ultraprocesados arrastran la calidad de la dieta hacia abajo y, por tanto, su concentración en la dieta es un indicador de mala calidad de alimentación en la mayoría de los casos".
"Por atípico que parezca, aparentemente algunos de los participantes lo lograron manejar. Y cuando la calidad de la dieta era alta, la asociación observada entre los alimentos ultraprocesados y la función cerebral desaparecía".
No solo afecta el cerebro
La comida chatarra no solo tiene impacto en la cognición, ya que se conoce hace varios años que los alimentos ultraprocesados aumentan el riesgo de obesidad, problemas cardiacos y circulatorios, diabetes, cáncer y de una vida más corta.
"Los alimentos ultraprocesados en general son malos para todas nuestras partes", afirmó Katz, presidente y fundador de la organización sin fines de lucro True Health Initiative, una coalición mundial de expertos dedicada a la medicina de estilo de vida basada en evidencia.
Para comprender el motivo por el que los alimentos ultraprocesados son tan malos, es porque estos tienen un alto contenido en azúcar, sal y grasa, lo que estos componentes favorecen a la inflamación en todo el organismo, que es "quizá la mayor amenaza para el envejecimiento saludable del cuerpo y el cerebro", afirma el Dr. Rudy Tanzi, profesor de Neurología de la Facultad de Medicina de Harvard y director de la unidad de investigación sobre genética y envejecimiento del Hospital General de Massachusetts, en Boston.