2022: el año en que nos despedimos de historias y personajes inolvidables
Algunas "estiradas" y otras con la duración justa, este año varias de las más aclamadas series de los últimos tiempos llegaron a su final, dejando un poco huérfanos a sus fans. Better Call Saul, quizás la más relevante, continuadora de la mística de Breaking Bad.

Por Analia Caballero
Si hay algo que abunda en la actualidad son las series televisivas. Con una buena cantidad de plataformas disponibles -y la piratería, hay que decirlo- la oferta puede ser incluso abrumadora.
Pero en la nutrida jungla audiovisual, siempre hay algunos productos que se destacan, ya sea por su trama, su llegada al público, sus protagonistas, o todo eso junto.
El 2022 que se termina marcó el final de algunas de las ficciones más populares de los últimos años, y sin dudas Better Call Saul fue de la que más se habló en redes sociales y más hype acumulaba ante el estreno de cada capítulo.
Nacida como spinoff de la célebre Breaking Bad, creada también por Vince Gilligan y Peter Gould, la historia sobre cómo Jimmy McGill (el genial Bob Odenkirk) se convirtió en el inclasificable abogado Saul Goodman que se asociaría con Walter White y Jesse Pinkman, fue de menor a mayor.

Su calidad de rodaje y edición, el nivel de sus actores, la delicada intensidad de un guion que manejó los climas magistralmente, los plot twist... en fin, Better Call Saul es una obra maestra de la televisión en esta década. Su sexta y última entrega se estrenó en dos partes, finalizando el 15 de agosto.
Sorpresivamente dejada de lado en los Premios Emmy, donde no ganó ninguna de sus nominaciones, esta producción original de AMC buscará revancha en los próximos Globos de Oro, a entregarse el 10 de enero.
Peaky Blinders, de la violencia a la madurez
Otra gran serie que nos dejó este año fue Peaky Blinders, elogiada producción de la BBC que retrató a lo largo de seis temporadas el derrotero del clan de gángsters Shelby, comandado por el frío y calculador Tommy (Cillian Murphy) en la Gran Bretaña post Primera Guerra Mundial.
La gris e industrial ciudad de Birmingham es el escenario donde esta familia crece y expande su imperio criminal. Son tiempos violentos, de revueltas permanentes -con el IRA aún muy activo en el Reino- y la sensación de falta de orden beneficia a los Shelby.

Una estética casi "grunge", rock británico, mucho humo de cigarrillo, whisky, pandillas y peleas callejeras de antología: parte de la receta de esta serie que además contó con destacados actores en su reparto como Sam Neill, Helen McCrory (fallecida antes de grabar la última temporada), Paul Anderson y Tom Hardy.
Sobre todo en sus últimos episodios, Peaky Blinders le brindó cierta redención a su protagonista, Tommy, que tras perder lo poco que le importaba en la vida, y ya en el punto de desear quitarse la propia, halló la manera de dejar las cuentas saldadas. Una excelente serie, por donde se la mire.
Ozark y cómo adentrarse en el abismo
Con menos prensa que las dos ficciones mencionadas anteriormente, Ozark sin embargo está a la altura de lo mejor de estos años. De cuatro temporadas, la extensión justa antes que la historia se fuera por las ramas, muchos la comparan con Breaking Bad por su tono y argumento.
Martin Byrde (Jason Bateman, también productor) era un simple asesor financiero de Chicago que un día decide que quiere ir por más y ganar dinero en serio. Por eso, comienza a lavar plata para un cártel mexicano, lo cual pondrá en peligro su vida y la de su familia, además de dejar un tendal de muertos a su alrededor.

El recorrido entre cometer un delito "no tan grave" y convertirse en eje de enormes operaciones criminales es un festín para el espectador, que ve cómo los límites legales y morales se corren todo el tiempo según las circunstancias.
Martin además arrastra inevitablemente a su familia a situaciones sin escape, donde lo único que puede hacerse es avanzar, con más y más sangre en las manos. Las actuaciones de Laura Linney como Wendy Byrde y Julia Garner como Ruth Langmore -ambas distinguidas con el Emmy este año- son sencillamente magníficas.
The Walking Dead y un final demorado
Pionera en el sub-género zombie para la televisión, también fue una de las más longevas al aire: 12 años y once largas temporadas que podrían haber sido unas cuantas menos.
Basada en el popular cómic creado por Robert Kirkman, The Walking Dead elevó alto la vara de las series de terror allá cuando se estrenó en 2010, especialmente en sus primeras entregas. Calidad cinematográfica, buenos FX considerando la época, y una historia de supervivencia atrapante, la convirtieron en un éxito casi inmediato.

Claro que ese éxito fomentó también el estiramiento de la serie hasta límites por momentos ridículos. Años después de haber superado cronológicamente la historia gráfica original -que concluyó en julio de 2019 con eventos muy diferentes a los vistos aquí- sus productores decidieron seguir por otros caminos, cada vez más alejados del cómic y por supuesto, inventando nuevos personajes y tramas para sostener las últimas temporadas.
Con la mayoría de los personajes favoritos de los fans afuera de la serie -muchos de ellos, muertos- AMC seguirá apostando al universo TWD con al menos 6 spinoffs, entre los que ya se estrenaron y los que están por venir. Larga vida a los muertos.