Operas primas de grandes directores para descubrir en MUBI
No todos los cineastas nacen pequeños: algunos logran trascender desde su primera película. Es el caso de los cuatro ejemplos cuatro que presentamos aquí y cuyos filmes están disponibles en la plataforma Mubi. Pasen y descubran.
Perros de la calle
Las paralelas de Cannes dieron espaldarazos gigantes. Ejemplos: Spielberg con Reto a muerte y un tal Quentin Tarantino con su clásico Perros de la calle, que abrió el camino para que, un par de años más tarde, se llevara la Palma de Oro con Pulp Fiction. Con ecos de Casta de Malditos y del cine de Hong Kong, la historia de un asalto problemático a una joyería es, también, un póker de lealtades y deslealtades, de violencias y diálogos sobre la realidad pop que incluso hoy resulta totalmente original. Icónicos los trajes, icónicos los personajes de Tim Roth, Michael Madsen y Harvey Keitel. Una de las grandes operas primas de la historia del cine.
Xiao Wu
El chino Jia Zangkhé ha creado una obra original a partir de la enorme influencia de la Nouvelle Vague, y a través de ella ha mostrado el paso de la China maoísta al sincretismo no exento de represión del comunismo con el más desaforado capitalismo. A través de la historia de un carterista (eso significa el título) y con ecos obvios de Robert Bresson, Jia pinta toda una sociedad y las tensiones que llevaron a un cambio absolutamente radical. Hay que sumar algo básico: no hay un fotograma feo en la película (ni en el cine del autor). Notable e inteligente comienzo de una obra central del cine contemporáneo.
Stereo
Hoy está demasiado "serio", pero en su primera película el canadiense David Cronenberg mostraba el filo humorístico sin por eso dejar de lado sus obsesiones (básicamente una nueva forma de erotismo a través de la experimentación fisiológica con el cuerpo: sí, lo que vemos en Videodrome, Cuerpos invadidos, Crímenes del futuro, Crash o Rabid). Jugando a la parodia del documental, aquí se habla de telepatía y nuevos afrodisíacos, lo que lleva directamente a la sátira social muy pertinente en aquellos alocados años sesenta.
La cara que mereces
El portugués Miguel Gomes recurre aquí a un cuento (de hadas) doble: el de un hombre celoso de un chico de doce años enamorado de la maestra (a la sazón, novia del protagonista) y la de ese mismo hombre retirado en una casa rodeado de siete ¿versiones de sí mismo? que reflejan a Blancanieves y los Siete Enanos, que de paso se pone en escena en la primera parte de la película. Reflexión sobre la adolescencia y la infancia, y sobre la posibilidad -o no- de alcanzar la auténtica madurez, combina emoción y sonrisa con amabilidad absoluta.