Por qué Tom Cruise es una buena noticia para el cine en salas
Top Gun-Maverick, la secuela del filme de 1986, continúa recaudando muy por encima de lo que podía esperarse para una película alejada de la "moda" fantástica y de superhéroes, probando el valor y peso de las estrellas en la pantalla grande. Cómo afecta al negocio de los cines.
La exhibición cinematográfica en salas está de festejo global gracias a la segunda semana en lo EE.UU. de Top Gun-Maverick, secuela del filme de 1986 protagonizado por Tom Cruise (entonces y hoy). En su país de origen, después de un debut por encima de los 160 millones de dólares (en fin de semana largo, aclaremos), logró en solo tres días (de viernes a domingo) 86 millones. En realidad la caída porcentual real es de poco menos del 32% y es la menor, históricamente, para una película que debuta por encima de los 100 millones.
Traducción: una película sin grandes efectos especiales, sin fantasía, sin monstruos, sin dinosaurios, sin rayos láseres o recuerdos de videojuegos, protagonizada por una estrella de sesenta años (está bien, parece veinte años menos, es cierto) sigue sumando más que los debuts. En la Argentina, la película quedó segunda con 122.635 espectadores. Pero en nuestro país se estrenó este fin de semana Jurassic World: Dominion, que llevó a los cines a casi 600.000 personas. Ese tanque debuta en los Estados Unidos el próximo viernes.
Estos números dicen varias cosas. La primera, que un sector del público se está comportando como en la pre pandemia. De hecho, los números de Maverick son grandes incluso para 2019. La segunda, que la estrategia de esperar lo que fuere para que la película se viera en pantalla grande (para la que está especialmente diseñada) valió la pena y le da la razón a quienes creen que las plataformas no pueden suplantar toda la experiencia de los cines. La tercera: que los estudios tienen todavía mucho en parrilla para lo que resta del año y, si el "efecto contagio" funciona, la recuperación será más rápida de lo esperado.
Veamos: a Jurassic World le van a seguir una película más de Marvel-Disney (Thor: Amor y Trueno), que se espera de debut masivo. Antes, hay un filme de Pixar importante: Lightyear, que narra la historia del personaje que dio origen al juguete. Más The Flash y Black Adam, ambas por el lado de DC-Warner, y la esperada por más de una década secuela de Avatar, que se estrenaría hacia Navidad.
Estos son apenas ejemplos. Lo más importante es que la recuperación de la exhibición en salas, cuyo nivel pre pandemia se suponía que volvería a alcanzarse en 2024, podría tardar mucho menos. Por supuesto, hay algún problema: que las salas dependen de los tanques para sobrevivir, algo que se sabía desde antes de la aparición del Covid. El lado negativo es, justamente, ese: la dificultad de instalar productos totalmente nuevos que no dependan de una marca anterior, o de filmes de presupuesto medio que puedan sostener el negocio.