Tulsa King: Stallone debuta en series con un gangster carismático
Con el sello de un productor y guionista de Los Soprano, la tira fue un éxito en EE.UU. Confirmaron una segunda temporada

Por Paula Boente
"Espere, espere, espere", ordena la señal auditiva de un semáforo para peatones. Parado en la esquina, Dwight "The General" Manfredi hace una mueca y, antes de avanzar, suelta: "Estuve esperando toda la vida". Sylvester Stallone encarna a un capo de la mafia que acaba de salir de prisión después de 25 años y no quiere que nada lo detenga.
"Tulsa King" llega este domingo 25 de diciembre a la plataforma Paramount + con alta expectativa. Razones no falta. Ante todo, está el nombre de Terence Winter, productor de una serie emblemática como Los Soprano, además de "Boardwalk Empire", "Vinyl" y guionista de "El lobo de Wall Street". Junto a él está Taylor Sheridan, creador de este tira y escritor de "Yellowstone" y "Sicario". A esto se suma, el protagónico de Stallone -primera vez en series- en un papel ideal.
En Estados Unidos, donde se estrenó hace algunas semanas fue todo un éxito de audiencia. Rompió marcas de público y de nuevas suscripciones para el servicio de streaming. A tal punto fue el interés, que ya está confirmada una segunda temporada.
El relato de Tulsa King empieza justo después de que liberan a Dwight de prisión a los 75 años. Su jefe lo exilia a instalarse en Tulsa, Oklahoma. Al darse cuenta de que su familia mafiosa puede no tener los mejores intereses en mente, Dwight construye lentamente un equipo a partir de un grupo de inesperados personajes (se destacan Jay Will y Martin Starr, entre otros), para ayudarlo a establecer un nuevo imperio criminal en el medio de un territorio ajeno.
Es un personaje que tiene una buena dosis de ambivalencias y algunos clichés: podríamos decir que los dos aspectos aportan condimento de comedia. La anécdota del semáforo es ejemplo de uno de los rasgos más interesantes y disfrutables del personaje: su desconocimiento del mundo en el que fue liberado. Manfredi sale de la cárcel como si llegara al futuro. Hay nueva tecnología, nuevas costumbres, nuevas reglas y nuevos protagonistas. De todas maneras, se pone de relieve el "expertise comercial" de este protagonista, implacable para cerrar tratos. Otro fuerte contraste es el entorno. Acostumbrado a Nueva York, con sus noches de insomnio, los rascacielos iluminados y el caos, recala en una de las ciudades que integran el "cinturón de la Biblia", donde las torres petroleras y los establos son el nuevo paisaje. Dwight dedicó os años de encierro a la lectura: cita a Julio César con la misma precisión con la que noquea a un guardia de seguridad arrojándola una botella de agua. También pone empeño en ser un caballero cuando conoce a Stacey (Andrea Savage), a su manera otra desterrada. La rígidez física de Stallone junto con un aura carismática logran un combo efectivo.
De hecho, en una entrevista con The Hollywood Reporter, Stallone explicó: "Mi sueño era encarnar a un gángster único que no diera la impresión de serlo cuando le conoces. Por eso decidí que fuera tan cercano a como soy en la vida real como nunca antes lo había hecho en mi vida".
En varias escenas aparece un caballo blanco deambulando por las calles de Tulsa. Un poco como recorre Dwight la nueva ciudad. Fantasmagórico, indomable.