¿Desacelera el crawling peg en línea con la inflación?
Para el mercado, se desacelera el crawling peg y tal situación podría estar detrás de la suba de los dólares financieros, como efecto colateral de la estrategia oficial.
Desde que se conoció el último dato de inflación publicado por el Indec, el tipo de cambio mayorista tuvo un salto del 1,1%. Según el análisis de diferentes consultoras, el Banco Central redujo el llamado crawling peg (ajuste por goteo del tipo de cambio), que podría estacionarse cerca del 5% mensual, en línea con las intenciones del equipo económico de morigerar la inflación.
Si esta fuese la tendencia, situación que se irá desasnando con el correr de los días, tampoco debería sorprender a los jugadores de mercado, ya que la propia autoridad monetaria mencionó la posibilidad de realinear las micro devaluaciones al nuevo ritmo de la inflación con el objetivo de bajar la nominalidad de la economía. Así quedó expresado en su informe Objetivos y Planes 2023. Para el analista Christian Buteler, sin embargo, existiría un atraso en el tipo de cambio cuyo efecto sería la suba de los dólares financieros y del blue.
“En línea con la moderación en los registros de inflación, el BCRA siguió convalidando el menor ritmo de suba del dólar oficial desde agosto pasado. Esta moderación es consistente con la intención del equipo económico de ir disminuyendo paulatinamente la dinámica de la nominalidad de la economía, reduciendo las presiones de costos de empresas que se encuentran dentro de los acuerdos de precios”, sostuvo Ecolatina en uno de sus últimos informes. En esta línea, la misma consultora indicó que el crawilig peg se estacionará en un 5% mensual.
El objetivo oficial es alcanzar una inflación anual del 60%. “El objetivo de la política cambiaria es preservar los niveles de competitividad externa, readecuando gradualmente la tasa de crawl en el marco del régimen vigente de flotación administrada a un nivel acorde con el ritmo de la inflación”, indicó el BCRA en su trabajo Objetivos y Planes 2023. Por ende, sería lógico ajustar las micro devaluaciones al ritmo de esa esperable desinflación para bajar la nominalidad de la economía.
Dicho escenario, que parece ser ponderado por el mercado a través de la mirada de las consultoras, es solo una parte de la película. “Sin corrección mediante, en 2023 el Gobierno seguirá administrando un atraso cambiario acumulado que seguirá atentando en contra de la meta de acumulación de reservas”, agregó Ecolatina.
No es la única que habla de atraso cambiario. “Cabe mencionar que, ya conocido el dato de inflación de diciembre, el tipo de cambio oficial se depreció un 1,5% real promedio en diciembre. Aun así, no alcanza a compensar el atraso acumulado en el año y cierra 2022 un 9% por debajo del cierre de 2021, incumpliendo el compromiso acordado con el FMI”, puede leerse en otro informe de la consultora LCG.
Lo del atraso cambiario es relativo. Si se observa el Indice del Tipo de Cambio Multilateral que publica el BCRA, donde se incluye la relación del peso con el intercambio comercial con Brasil, China, Estados Unidos y la Zona Euro, la competitividad de la moneda local está mejor ubicada que en noviembre del año pasado. Si la base es 100, el índice se ubica en lo que va de enero en el 94% cuando en noviembre estaba en el 90%.
Las tasas implícitas de los contratos a futuro también marcan menores expectativas por parte del mercado para una devaluación abrupta. Quizás, el efecto no buscado de todo esto sea el alza de los dólares financieros, aunque para el analista Buteler, la suba del blue, MEP y CCL tiene que ver con la percepción de un “tipo de cambio barato”. “Algunos pueden percibir que el dólar oficial está barato. Ahí tenés el motivo de la suba de estos días”, agregó. El incremento de la brecha entre los tipos de cambios, es otra forma de presión para una devaluación abrupta.