Plazo fijo: el Banco Central no volverá a subir la tasa de interés de referencia
La decisión se tomó por la leve desaceleración de la inflación. Consideran que podrán reunir las reservas para aprobar la revisión del FMI y resistir los embates del mercado. Por el momento, no habrá ningún plan de estabilización por shock
Ante la leve disminución de la inflación de septiembre (6,2%), el Banco Central no volverá a subir la tasa de interés de referencia, al menos durante este mes. “Veremos qué ocurre durante octubre”, afirman cerca del titular de la autoridad monetaria, Miguel Angel Pesce. Tampoco se acelerará el crawding peg. En este sentido, el plan de estabilización que es reclamado por el establishment avanza sobre la marcha, paso a paso. “No habrá ni devaluación ni shock”, afirman tanto en el BCRA como en Economía, confiados en que podrán reunirse las reservas necesarias para aprobar la revisión del FMI en diciembre y soportar las presiones del sector privado, sobre todo las alimenticias.
El incremento del 6,2% de inflación de septiembre fue una sorpresa tanto para Massa como Pesce, ya que el informe de expectativas del BCRA la ubicaba más cerca del 6,7%. La variación de precios estuvo contenida por los servicios regulados, por lo que el escenario podría ser bien diferente en octubre. Hasta tanto se conozca la inflación de este mes, el BCRA no tocará más la tasa de interés. Y en el Central avisan que, si se logra el objetivo planteado en el Presupuesto 2023 de reducir la inflación del 100% de este año al 60%, llevándola a un promedio del 4% mensual, también se irá reduciendo la tasa de interés. Esta estrategia quizás sea lo más cercano a una desindexación de la economía. De todas maneras, nada es seguro.
Durante la semana pasada, en el Coloquio de IDEA los empresarios presionaron por la aplicación de un “plan de estabilización” que indefectiblemente debería ser de shock. El portavoz más cercano al Gobierno de esta idea fue Antonio Aracre, titular de Syngenta. Para la consultora Sarandi, coordinada por Sergio Chouza, un plan de estabilización sería algo así como la última bala para el Gobierno. Desde el BCRA avisan que por el momento no habrá nada por el estilo.
Esto supone confiar que hasta fin de año podrán reunir las reservas suficientes, post éxito del dólar soja. El sector agroexportador liquidará hasta diciembre casi USD3000 millones y el Gobierno espera que ingresen, finalmente, los dólares de los organismos multilaterales: en total serían 2700 millones, de los cuales 1200 son del BID y deberían llegar en lo que queda de este mes. El 2023 es otra historia. En el Central afirman que, de haber menos importaciones de energía gracias al gasoducto, ya no deberán rogarle a los sojeros. “Si importamos menos, que se guardan la soja el tiempo que quieran”, afirman. Las cerealeras y productores que quieran financiarse pero guarden más del 5% de su stock, deberán pagar un interés del 120%.
Esta estrategia no está exenta de las presiones del mercado, ni de los grandes fondos de inversión – como Templeton – que siguen presionando vía el CCL. Tampoco mermará la puja con los formadores de precios. “La propuesta de fijar el precio en el paquete de los alimentos será compleja. Seguramente habrá una pelea con las empresas”, indicaron a BAE Negocios desde el equipo económico. La estrategia oficial seguirá por el carril del diálogo y las negociaciones, lejos de cualquier instrumento de shock, que debería incluir un congelamiento de precios.
El pedido oficial hacia las alimenticias será que produzcan más durante 2023, para que no solo recompongan ganancias vía aumentos de precios. “Estamos acostumbrados a los bancos, donde tenemos más información que la que ellos tienen. No nos mienten. En cambio, las alimenticias te dicen en la cara que no aumentan, cuando sí lo hacen”, reconocen tanto en Economía como en el BCRA. ¿Entonces? Será más de lo mismo. Según el CESO, la variación de precios de los alimentos en los supermercados volvió a acelerarse durante la última semana de octubre.