Batman y el caso de la inflación en los cines de los EE.UU.
Una de las mayores cadenas de exhibición de los Estados Unidos subió los precios para el estreno de Batman, y crece la política de "diferenciar" el valor de los tickets de acuerdo con la película. Cómo afectan las plataformas y la crisis post-covid.
Algo gracioso sucedió camino de las salas de cine en los EE.UU. Quienes fueron a algunas de las pantallas de la cadena AMC a ver Batman, notaron que la entrada era uno o dos dólares más cara que para cualquier otra película. Aparentemente eso no fue un problema, dado que finalmente, en cuatro días, el filme de Matt Reeves se llevó más de 136 millones de dólares de recaudación. La cuestión es otra: si la diferenciación de precios será una nueva normalidad o no en un momento en el que la taquilla global aparecía en tren de recuperación tras la pandemia de Covid 19.
De todos modos, la diferencia de AMC consiste en que anunció ese "costo extra". Otras cadenas (Regal, por ejemplo) ya habían comenzado a establecer esos "precios diferenciados" en diciembre con Spiderman: sin camino a casa, aunque la sorpresa le llegaba al espectador cuando se encontraba ante la taquilla. Lo que los analistas predicen es que esto va a suceder ya de modo estándar: las cadenas de cine van a cobrar un extra cuando se estrene un gran blockbuster.
Hay razones: una no poco importante es el achicamiento de las ventanas. Si Batman, en 45 días, pasa a HBO Max, es poco el tiempo que tienen los cines para que el filme traccione público y sostenga el negocio. Especialmente porque son estas películas las que -subrayemos- sostienen el negocio, no el resto. Especialmente cuando los cines están luchando por recuperarse de lo que fue una debacle monumental con la pandemia.
La pandemia, además, no terminó del todo, aunque las restricciones se han levantado en su mayoría. Pero ha dejado una secuela enorme en el cambio de hábitos de consumo, acelerado por las cuarentenas globales, y por el miedo de los espectadores de mayor edad a salir de sus hogares. Hacía tiempo que los cines querían probar "bandas de precios" para sus diferentes exhibiciones, y el nuevo paisaje es ha permitido hacerlo. La inflación se refleja -por diferentes motivos, como se ve- también en el mercado audiovisual.