El cimbronazo que causó el último dato de inflación de Estados Unidos no se limitó al viernes. Este lunes, una nueva ola de ventas vuelve a desplomar a Wall Street en lo ya se convirtió en otro día negro para los mercados internacionales y la confirmación de que se entró a un mercado bajista o "bear market". 

Ante esa perspectiva, los mercados operan con fuertes pérdidas: el S&P 500, el índice con las 500 empresas mejor cotizadas del mercado, se tambalea y cae 2,77%. Por su parte, el Dow Jones, el índice industrial, está cayendo casi 615 puntos o 2,02%, y el índice tecnológico de Nasdaq refleja un duro retroceso de 3,70% o 419 puntos.

En Europa también se ven fuertes bajas, con el Stoxx 50 cayendo 2,5%, mientras que la bolsa de Italia y Francia son las que más caen, perdiendo 2,5% y 2,4% respectivamente. De manera similar, las criptomonedas también arrastran una fuerte caída, similar a la del Nasdaq

En las últimas diez semanas de operaciones de la Bolsa norteamericana, nueve que fueron negativas. Se trata de la racha bajista más importante desde 2011. De hecho, el primer semestre de 2022 es uno de los de peor desempeño histórico para las cotizaciones: el Nasdaq acumula una caída del 30%, el S&P 500 cede un 20%, y el Dow Jones, un 15%.

A   <a href='/tags/Wall Street'>Wall Street</a> street sign is seen in front of the New York Stock Exchange (NYSE) in New York, U.S., on Monday, Feb. 29, 2016. U.S. stocks fluctuated in February's final session, following a second weekly gain for the Standard & Poor's 500 Index, as China stepped up efforts to cushion the country's economic slowdown. Photographer: Michael Nagle/Bloomberg

La aceleración de la suba de precios en Estados Unidos está llevando a los inversores a adoptar una postura de mayor cautela, ya que prevén que la Reserva Federal (FED) debería tornarse aún más restrictiva en el futuro cercano. De hecho, este lunes arranca una semana clave, con la reunión del Comité de Política Monetaria (FOMC) de la FED.

Ese día, los responsables de la FED subirán por segunda vez los tipos de interés en medio punto consecutivo. A su vez, revelarán sus últimas proyecciones de crecimiento económico, desempleo e inflación hasta 2024 y más allá. Y lo que es más importante, indicarán la velocidad y la escala de las subidas de tipos que consideran necesarias para aplacar la inflación, la más importante en los últimos 41 años.

Jerome Powell, jefe de la FED

Otra cuestión que no se puede ignorar es la de la inversión de las curvas de rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU, es decir, la duda pública norteamericana. Esto representa que la deuda estadounidense a corto plazo es más rentable que la deuda a largo plazo, una situación asociada a la incertidumbre a largo plazo y el anuncio de una posible recesión.