El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fijó la fecha del retorno a su país para el próximo 29 de marzo, aunque dijo que una semana antes analizará el clima político para confirmar que vuelve.

"Siempre fijo una fecha para volver, la fecha ahora fijada es el 29 de este mes. Cuando falta una semana, estudiamos la situación, cómo está en Brasil, cómo están los contactos aquí", aseguró ante un grupo de seguidores en EE.UU., según el diario Folha de Sao Paulo.

Bolsonaro está desde el pasado 30 de diciembre en EE.UU., a donde viajó para no tomar parte el 1 de enero en la toma de posesión de su sucesor y vencedor en ambas vueltas electorales, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Si se confirma su regreso, es previisible un gran revuelo en Brasil, pues el dirigente ultraderechista tiene abiertas investigaciones por su polémica gestión, además de que se lo vincula con los violentos ataques de sus partidarios más radicales contra las sedes del poder en Brasil el pasado 8 de enero.

Procesos

De hecho, muchos interpretan su prolongada ausencia del país como un intento de evitar los frentes judiciales abiertos en su contra, ya que al dejar la presidencia, Bolsonaro perdió su inmunidad.

La semana pasada, su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, anunció en las redes sociales que el exmandatario volvería hoy, pero minutos después lo desmintió y dijo que su propio padre daría la fecha cuando estuviera confirmada.

Días antes, en un acto de la derecha conservadora en Washington, Bolsonaro dijo que su misión en Brasil "no ha terminado", pese a que su futuro político es incierto.

El ex mandatario se enfrenta a unas quince investigaciones en el Tribunal Superior Electoral (TSE) y a por lo menos otras cuatro en el Supremo Tribunal Federal (STF), entre ellas, por los disturbios en Brasilia.

Joyas

En el acto del martes, Bolsonaro mencionó la posibilidad de que por esas investigaciones se declare "inelegible" y que no pueda presentarse a las próximas elecciones. No obstante, consideró que si es detenido "sería por una arbitrariedad".

El ultraderechista además tiene que hacer frente al escándalo desatado por las joyas que Arabia Saudita les regaló a él y a su mujer, una parte de las cuales ingresaron ilegalmente, sin declarar, en territorio brasileño en 2021.

Su defensa informó que el examandatario estaba dispuesto a testificar en el caso y pidió que las joyas que sí logró ingresar "sean depositadas en el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU)" hasta que se determine su "correcto destino". Hace días, el TCU determinó que el exmandatario no puede ni vender ni usar esos regalos.