El Banco Central Europeo (BCE) decidió ignorar las voces que pedían moderación en medio de la turbulencia financiera a ambos lados del Atlántico, y ratificó su hoja de ruta contra la inflación, al subir las tasas de interés en 50 puntos básicos, llevando la tasa de depósito al 3%, mientras que la de refinanciación y la de emergencia quedaron en 3,5 y 3,75% respectivamente. 

Se trata de la sexta suba consecutiva del precio del dinero por parte del BCE, llevando los intereses a su nivel más alto desde octubre de 2008. En el comunicado dado a conocer por la entidad se resalta que "el BCE cuenta con todos los instrumentos de política monetaria necesarios para suministrar apoyo de liquidez al sistema financiero de la zona del euro si fuera necesario y preservar la transmisión fluida de la política monetaria". 

El cuasi pánico bancario generado por las caídas en EEUu del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, seguidas por el derrumbe de las acciones del ahora rescatado Credit Suisse llevaron a los analilstas a anticipar una morigeración en el rimo de suba de tasas por parte del BCE, y que los tipos sólo subieran un cuarto de punto.

Espera

Pero la entidad eligió mostrarse implacable en su lucha contra la inflación, remarcando que su principal objetivo es la estabilidad de precios.

El BCE es el primer gran banco central en celebrar una reunión de política monetaria tras el estallido de las turbulencias bancarias, y ahora se abre un compás de espera hasta que la Reserva Federal (Fed) estadounidense se reúna la próxima semana para decidir una nueva suba de tipos.

En su última reunión celebrada a principios de febrero, el BCE subió, tal y como se esperaba, los tres tipos de interés oficiales en 50 puntos básicos; y lo que es más importante, las comunicaciones de la presidenta del banco, Christine Lagarde, anticiparon un endurecimiento adicional en las siguientes reuniones.

Bonos

Los datos macroeconómicos publicados desde la última reunión del BCE confirmaron que las presiones inflacionarias subyacentes están "vivitas y coleando", como dijo Lagarde en febrero. La inflación general sorprendió al alza el mes pasado, descendiendo tan solo ligeramente hasta el 8,5%, y más importante aún, la inflación subyacente marcó un nuevo récord del 5,6% (algo menos del triple del objetivo del 2% del banco central y muy por encima del 5,3% que esperaba el consenso de los economistas y analistas de mercado).

El BCE ha señalado también que "el tamaño de la cartera APP (programa convencional de compra de bonos) está descendiendo a un ritmo mesurado y predecible, dado que el Eurosistema no está reinvirtiendo íntegramente el principal de los valores que van venciendo. El descenso será, en promedio, de 15.000 millones de euros mensuales hasta el final de junio de 2023 y su ritmo posterior se determinará más adelante", expresó el comunicado.