En su mensaje de Navidad "Urbi et Orbi", el papa Francisco pidió el cese de los conflictos entre Rusia y Ucrania. De esta forma, y luego de que se cumplan 10 meses del inicio de los enfrentamientos, solicitó que se termine "inmediatamente" con la "insensata" guerra.

Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, Francisco afirmó que "nuestra mirada se llene de los rostros de los hermanos y hermanas ucranianos, que viven esta Navidad en la oscuridad, a la intemperie o lejos de sus hogares, a causa de la destrucción ocasionada por diez meses de guerra".

Asimismo, remarcó que "si queremos que sea Navidad, la Navidad de Jesús y de la paz, contemplemos a Belén y fijemos la mirada en el rostro del Niño que nos ha nacido. Y en ese pequeño semblante inocente reconozcamos el de los niños que en cada rincón del mundo anhelan la paz".

Francisco se mostró preocupado por la situación en Ucrania

Además, el sumo pontífice alentó a los fieles a tener "gestos concretos de solidaridad para ayudar a quienes están sufriendo". A su vez, pidió que se iluminen "las mentes de quienes tienen el poder de acallar las armas y poner fin inmediatamente a esta guerra".

Sin embargo, el papa aseguró que "lamentablemente, se prefiere escuchar otras razones, dictadas por las lógicas del mundo". En ese caso, Francisco se preguntó: "Pero la voz del Niño, ¿quién la escucha?".

Si bien su mensaje hace alusión a la petición de paz entre Rusia y Ucrania, explicó que "nuestro tiempo está viviendo una grave carestía de paz también en otras regiones, en otros escenarios de esta tercera guerra mundial".

Mensaje de Navidad: otros conflictos que preocupan al papa Francisco

Francisco también marcó su preocupación en otros conflictos a nivel mundial. "Pensemos en Siria, todavía martirizada por un conflicto que pasó a segundo plano pero que no ha acabado; pensemos también en Tierra Santa, donde durante los meses pasados aumentaron la violencia y los conflictos, con muertos y heridos", sostuvo en la Plaza San Pedro.

En su afán de recordar la tradición católica que ubica en Belén, Palestina, el nacimiento de Jesús, el papa convocó a sus fieles a pedir que "allí, en la tierra que lo vio nacer, se retome el diálogo y la búsqueda de confianza recíproca entre israelíes y palestinos".

Además, pidió por "las comunidades cristianas que viven en todo Medio Oriente, para que en cada uno de esos países se pueda vivir la belleza de la convivencia fraterna entre personas pertenecientes a diversos credos".

Por otro lado, recordó a todas aquellas personas que padecen hambre. "Sobre todo los niños, mientras cada día se desperdician grandes cantidades de alimentos y se derrochan bienes a cambio de armas", apuntó. "Toda guerra provoca hambre y usa la comida misma como arma, impidiendo su distribución a los pueblos que ya están sufriendo", cerró.