Las mujeres que no llevan hijab "tratan de parecer animales", dicen los talibanes
Con nueva cartelería, el Ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio en Afganistán amenaza no sólo con sanciones para las que incumplan con las normas, sino también para los varones de sus familias. Las mujeres tampoco pueden usar pantalones cortos, ropa ajustada o transparencias, recuerdan los carteles
La policía religiosa de los talibanes colocó carteles en la ciudad de Kandahar, en el sur de Afganistán, en los que se dice que las mujeres musulmanas que no llevan el hiyab islámico que cubre totalmente su cuerpo "intentan parecer animales", según confirmó el jueves un funcionario.
Llevar ropa corta, ajustada y transparente también va en contra del decreto de Akhundzada, dicen los carteles del gobierno, que no sólo promete sanciones para las mujeres, sino también para los varones miembros de sus familias.
La cartelería amenazante no es una novedad. Desde que tomaron el poder, los talibanes impusieron severas prohibiciones contra las mujeres en Afganistán, como firmar por decreto que "permanezcan en sus casas" u obligar a las presentadoras de televisión a cubrir sus rostros de forma obligatoria.
En mayo, el líder supremo de los talibanes, Hibatullah Akhundzada, aprobó un decreto que promulgaba que las mujeres permanezcan en sus casas y emitió una orden para que cubran completamente su cuerpo y su rostro en público.
"Las mujeres musulmanas que no usan el hiyab están intentando parecer animales", indican los carteles que fueron colocados en toda la ciudad de Kandahar para forzar al uso del velo integral. El letrero advierte que utilizar pantalones cortos, ropa ajustada o transparencias también está en contra de los decretos de Akhundzada.
El ministerio del terror
Los carteles, con imágenes de mujeres con burkas, fueron vistos en una ciudad al sur de Afganistán llamada Kandahar, por encargo del Ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio. Esta dependencia releva el cumplimiento de la estricta interpretación del islam que defiende el grupo y, en este caso, la utilización de la característica vestimenta que cubre el cuerpo de pies a cabeza.

"Colocamos estos afiches y las familias de las mujeres que no salgan cubiertas serán informadas y se tomarán las medidas correspondientes con el decreto", indicó Abdul Rahman Tayebi, un alto funcionario local representante del ministerio en Kandahar. Además, el decreto de Akhundzada ordena a las autoridades que suspendan de sus trabajos a los funcionarios que sean parientes de mujeres que no cumplen con la normativa.
Estas medidas restrictivas contra las mujeres afganas llamaron la atención de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien criticó a los talibanes por su "opresión sistemática e institucionalizada" de las mujeres.
A rostro cubierto, hasta en la televisión
El mes pasado, los gobernantes de Afganistán ordenaron a todas las presentadoras de los canales de televisión que se cubran el rostro cuando estén al aire. Al igual que en el caso de los burkas, la orden llegó por medio del Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio de los talibanes a través de un comunicado.
El comunicado se envió al Grupo Moby, que es propietario de TOLOnews y de varias otras cadenas de televisión y radio. Varias presentadoras y conductoras publicaron sus fotos en redes sociales que mostraban sus rostros cubiertos con mascarillas durante la transmisión de programas.
Una de las presentadoras más destacadas de TOLO, Yalda Ali, publicó un video cubriéndose el rostro con una leyenda: "Una mujer borrada, por orden del Ministerio de la Virtud y la Prevención del Vicio".
Durante el primer periodo en el poder, entre 1996 a 2001, el grupo impuso restricciones a las mujeres, exigiendo el uso del burka y prohibiendo la vida pública y la educación. En agosto, cuando volvió a tomar el poder en Afganistán, anunció que no había un código de vestimenta para las mujeres y parecían haber moderado sus restricciones.
El encrudecimiento de las medidas restrictivas en los últimos meses confirmó los peores prejuicios de las organizaciones feministas y defensoras de los derechos humanos a nivel mundial.