El diputado nacional y ex ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, defendió el esquema de asignación de planes sociales a través del Estado, propuso que se fortalezca el esquema de elección de trabajo de los beneficiarios y remarcó que las organizaciones de base, las escuelas y la Iglesia "son parte de la solución" y no del conflicto.

Arroyo expuso su punto de vista sobre el funcionamiento de los planes sociales luego de que a vicepresidenta Cristina Fernández cuestionara a las organizaciones que articulan con el Estado y que el gobernador bonaerense Axel Kicillof, en sintonía, pidiera "más federalización" de los programas, en lo que se entiende como otorgar la administración a las provincias y a los municipios.

En esa disputa, el presidente Alberto Fernández se plantó en defensa de las organizaciones sociales cuando en un acto vinculado con derechos humanos remarcó: "Yo les quiero agradecer a las organizaciones sociales que estuvieron al lado nuestro, ayudándonos a contener definitivamente a esos sectores más vulnerables llevando solidaridad a donde la solidaridad no existía, llevando compromiso a donde el compromiso no existía".

En ese contexto, Arroyo dialogó con BAE Negocios

- En el debate sobre la administración de planes sociales, ¿qué cambios hay que implementar?

- Tenemos que lograr que la persona elija la unidad de gestión en la que va a realizar la contraprestación de las 4 horas de trabajo que lleva a cabo por cobrar el 50% de un salario mínimo, unos $19.000, que es lo que otorga el Plan Potenciar Trabajo. Puede ser en una cooperativa, en el municipio, en un comedor de una iglesia. Ese sistema está y hay que desarrollarlo. Pero que la clave sea que la persona pueda elegir.

-Es decir que el beneficio lo otorga el Estado, en forma centralizada, y el beneficiario elige dónde cumplir su trabajo, en forma descentralizada

- Así es como funciona hoy a partir de un cambio que realicé en el ministerio el año pasado y que hay que ampliarlo

- En ese esquema, ¿el rol de las organizaciones sociales es el correcto o hay que reformularlo?

- La persona elige en qué unidad de gestión va a contraprestar. Puede ser, entre otros lugares, a través de las organizaciones sociales que tienen cooperativas, merenderos, comedores. A mí me parece que esa es una tarea muy importante y que realmente ha ayudado a sostener la paz social y a mucha gente le da la oportunidad de capacitarse, de encontrarle la vuelta. Hay que estar en un comedor, en un merendero, en un barrio permanentemente ante tanta necesidad. Mucha de la tarea cotidiana que realizan es esa y para mí forma parte de la solución. No quiere decir que puede haber vivos que intermedian y que buscan quedarse con parte de la plata deben ser combatidos, pero, en términos generales, las organizaciones sociales, las iglesias y las escuelas en Argentina forman parte de quienes están ayudando y sosteniendo la situación.

Las organizaciones sociales que tienen cooperativas, merenderos, comedores. A mí me parece que hacen una tarea muy importante y que realmente ha ayudado a sostener la paz social

- La idea que planteó la vicepresidenta, y que acompañan otros referentes del Frente de Todos, es que las provincias y los municipios tomen esa administración. ¿Con una intencionalidad electoral?

- La sociedad está tres pasos adelante de la política. Escucha todo lo que le ofrecen, lo toma y cuando vota hace lo que le parece. Quienes tienen planes son personas que trabajan, como gasistas, plomeros, carpinteros, que cobran $19.000 y nadie puede lograr sostenerse con eso ya que solo es una base de ingresos. El debate hacia adelante es el ingreso universal ciudadano.

- ¿Sería como un IFE universal?

- Hay tres modelos de ingresos: los que dicen que se resuelve bajando la cantidad de horas de trabajo, que es el modelo europeo; el ingreso universal ciudadano para sostener una base de ingresos, y el tercer modelo es que se resuelve con flexibilización, que ya se hizo en la década del 90 y terminó con un 57% de pobreza. En América latina, en general, creo que se va hacia un ingreso universal ciudadano.