Suma fija a cuenta de aumentos, la fórmula que borra diferencias en la CGT
Resguardando la continuidad de las paritarias, todos los gremios esperan la ayuda inmediata. El ritmo inflacionario dificulta y hace urgente la demorada convocatoria de Massa

Por Luis Autalan
La avenida de la suma fija a cuenta de futuros aumentos se robustece como la opción más clara para que el Gobierno aplique la demorada medicina anti inflacionaria en los salarios registrados, para la franja de ingresos de $50.000 a 150.000. Interlocutores que departieron con el ministro de Economía, Sergio Massa, tanto aquellos que rechazan las sumas fijas como los que forman parte del operativo clamor por ese pago adicional, dejaron entrever esa alternativa a BAE Negocios.
Incluso en ambos frentes, que incluyen a la CGT, tampoco descartan que se defina el pago de un bono. Calmar a los cegetistas en cuanto a que las paritarias no serán "devaluadas ni suspendidas", por un lado, y dejar conformes a quienes en el ala kirchnerista del oficialismo reclaman suma fija, acrecienta la opción intermedia: suma fija a cuenta de futuros aumentos, como asumen en ambos flancos. Su ingeniería, sin embargo, es toda una incógnita.
Las góndolas están ardiendo
Al demorado encuentro entre Massa, empresarios y dirigentes de Azopardo no sólo lo enmarca la demora "protocolar". El mayor peso en la falta de concreción de la cita tiene más que ver con la inflación. La variación acumulada en los primeros 7 días de agosto respecto a julio fue 2,9%, según el contundente cálculo de analistas privados de variopinta postura económica.
Leve analgésico para sindicalistas fue el encuentro que algunos cegetistas mantuvieron la semana pasada con Massa en sus oficinas. De allí se retiraron con alivio mínimo, porque "las paritarias no serán reemplazadas por sumas fijas", dijeron a este medio. Y acotaron, como ya publicó este diario, que su rechazo no es antojadizo ya que, dependendiendo del formato de la propuesta, lo aceptarían. Las luces de alerta las encendieron porque algunos economistas "que fueron nombrados como posibles reemplazantes de Martín Guzmán" habían sugerido a la Casa Rosada, sumas fijas y suspender la negociación colectiva. "Hasta los empresarios asumen que deberán reactivarse nuevas revisiones", remarcaron.
Para el análisis del escenario que incluyó la reunión con Massa, la mesa chica, más Hugo Moyano, departió el pasado jueves en la Uocra, donde compartieron una cena. Allí, entre otras coincidencias, apuntaron que sin avances en la macroeconomía "no quedará margen para ninguna discusión salarial" y admiten que ése es el horizonte más temido.

"El efecto Massa no se disipó y su relación con el Presidente es óptima", acotaron ante la consulta sobre el clima por estas horas en la misma central obrera en la que fue evidente el disgusto con la falta de convocatoria desde la llegada el nuevo ministro. En tanto en el ala que reclama la suma fija para la franja de trabajadores que tiene alto riesgo de caer en la pobreza insisten que otorgar ese pago extraordinario no vulnera las paritarias sino que además se constituye en un motor salarial, sostenido en otras variables económicas que describen la recuperación de la actividad, empleo creciente "y a bajo costo" para empleadores.
Si de números en concreto se trata, el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, ya barajó que un piso aceptable de un pago extraordinario 30.000 pesos.